Es de suma importancia tener mucha precaución con los químicos que utilizamos y cómo lo hacemos. No olviden que la palabra lo dice claro: químicos. Los guantes nos muy necesarios cuando utilizamos fungicidas, insecticidas, yerbicidas o pesticidas. Y cuando trabajamos las orquídeas, es de suma importancia no tirar, ni siquiera cuando abonamos con mezclas diluidas en agua, el abono, las hormonas y los fungicidas que utilicemos, sobre las flores o las hojas.
Cuando trabajamos con insecticidas, como por ejemplo el Sevin, que es muy bueno o el Captan, No inhalemoslos mismos porque si los tiramos a las plantas con la mano y el aire o viento viene hacia nosotros, vamos a inhalar el mismo y a la larga nos puede causar mucho daño a nuestros pulmones. Hasta una mascarilla puede ser beneficiosa cuando trabajamos cualquier tipo de polvo.
Otro consejito, si las flores cojen el abono, sepan que se van a marchitar de inmediato y las hojas, al contacto con el sol, se van a poner amarillas.
Las flores no deben tocarse con las manos ni olerse; porque el sudor y la cercanía a ellas puede aminorar su belleza y se marchitan más rápido. La Catasetum es una que al contacto con sus manos se muere rápido.
El arte de cultivar es uno maravilloso; pero requiere de cierta diplomacia para que se lleve a cabo de manera correcta al trabajar las orquídeas. No son difíciles para nada; pero nosotros los humanos muchas veces cometemos errores sencillos que a la larga dificultan el proceso natural de crecimiento de las orquídeas.
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